lunes, 4 de febrero de 2008

Soy leyenda, de Richard Matheson

I am legend (1954)
Ed. española
Clásicos Minotauro 2007
ISBN: 978-84-450-7663-7
179 páginas


Soy leyenda es más que un libro de vampiros. Los malos rechazan las cruces, no soportan los ajos y convierten a los demás en vampiros mordiéndoles en el cuello. A pesar de ello, el libro no es una historia de chupadores de sangre al uso, sino que tiene un punto de tratado del vampirismo. Richard Matheson intenta darle un sentido más racional a los enemigos: los vampiros en realidad son enfermos de una extraña patología, que los consume a la vez que los va matando. Robert Neville, el último hombre en la tierra, los estudia para acabar con ellos, y explica cada una de sus rasgos. No es, por otro lado, un libro de zombies, lo que le diferencia claramente de la versión para cine (2007) protagonizada por Will Smith.

Aunque ya se ha avanzado parte del relato, Soy Leyenda explica la vida de Robert Neville, el último hombre en la tierra tras una catástrofe apocalíptica. En el desarrollo de la historia se superponen dos tramas: la vida cotidiana de Neville en las calles de Nueva York, infestadas de vampiros, y su investigación en el origen del mal y sus consecuencias; y, por otro lado, sus recuerdos antes y durante de la catástrofe bacteriológica. Neville no es un héroe (se pasa la mitad del tiempo borracho en su escondrijo), sino un superviviente en un ambiente asfixiante e inhumano.

Soy leyenda no le gustará a aquel que acuda al libro después de haber visto la película, pues la plasticidad del filme poco tiene que ver con la historia original. No hay grandes herocidades o aventuras, el Neville del papel carece de la mayoría de las virtudes que refleja el Nevill fílmico. Por otro lado, el libro es mucho más negativo que la película: Neville no es una leyenda para los humanos, sino para los vampiros. Tampoco gustará el libro al lector impresionable. La novela es cruda, como lo es la historia de un hombre acorralado que mata por el día de forma cruel y hasta cobarde, y que se esconde mientras le rodean y le increpan de noche.

El libro, en cambio, gustará a aquel lector interesado por la ficción apocalítptica, aquel que se pregunta qué pasaría si nuestra sociedad desapareciese de repente. Será apreciado por aquel que se pregunta si el hombre sigue siéndolo cuando no existe una comunidad a su alrededor. Incluso va más allá: ¿es acaso normal aquello mayoritario o la normalidad está fijada en función de los criterios mentales del individuo?