miércoles, 11 de junio de 2008

Final Fantasy (La fuerza interior) de Hironobu Sakaguchi

Final Fantasy: The Spirits Within
Japón / Estados Unidos
2001


Las buenas películas de ciencia ficción nunca se quedan viejas. Años después de estrenarse, cuando la tecnología y los efectos visuales y especiales han mejorado, la buena ficción no parece acartonada y gris. No sucede así porque la buena ciencia ficción esconde algo detrás de los fuegos artificiales: unos buenos actores, un buen guión y, sobre todo, un mundo creado convincente.

Dudo que Final Fantasy supere el juicio del tiempo. La película se presenta como una gran producción en la que todos los personajes son creados en el ordenador y no se emplea la tecnología de los dibujos animados. Sin duda, este aspecto es espectacular, pero, a parte de esto, la película no es más que un bonito experimento. Resulta increíble cómo han conseguido animar el pelo de la protagonista, o el efecto de los fantasmas que arrancan el alma a los humanos, pero tanto los personajes como la historia resulta muy poco solidos.

Final Fantasy cuenta la historia de Aki Ross (la chica), una bióloga que busca la forma de derrotar a unos invasores extraterrestes que han devastado al planeta Tierra. Junto al Doctor Cid (el listo), buscan un alma "universal" compuesta de diversas ondas (a su vez encerradas en diversas formas de vida) que acaben con todos los invasores. Para ello son ayudados por el capitán Gray Edwards (el chico) y el sargento Ryan Whitaker (el amigo del bueno). La búsqueda se hace a contrarreloj pues el General Hein (el malo) pretende destruir los fantasmas con un satélite mortífero que pone en riesgo la pervivencia del planeta. Toda el argumento se endulza con una ecofilosofía en la que todos los seres vivos tienen una onda personal única que los hace inmortales, incluida la propia Tierra, Gaia.


Uno de los principales defectos de la película no sólo se encuentra en la limitación -en número- de los personajes sino en que éstos son planos y estereotipados. En total, en la película no aparecen más de 10 personajes y los protagonistas no nos ofrecen una riqueza interior suficiente para hacer interesante la trama. Aunque el final sea, hasta cierto punto, sorprendente, no sufrimos por unos personajes fríos y distantes. Más aún, los verdaderos malos de la historia (los fantasmas) no encarnan ningún tipo de valor, parecen más testigos que contrapeso al pensamiento de los protagonista. Los malos hacen el mal porque sí, porque están enrabietados, pero no por una razón de peso en conflicto con los ideales de los protagonistas.

Además, otra de las pegas se encuentra en el pensamiento de fondo (no muy muy lejos en este caso). Que no nos engañen: la teoría de las "ondas vitales" no nos dice nada de cómo es el hombre y qué se espera de él, sino que tenemos mucho en común con un lagarto o un hongo... Finalmente, los efectos visuales de Final Fantasy se centran es aspectos poco espectaculares. Qué oportunidad se pierde, por ejemplo, de representar grandes batallas espaciales, destrucción de grandes ciudades por parte de los fantasmas o grandes movimientos de cámara.

La película gustará aquel que busque entretenimiento sencillo, acción pura y nada de pensamiento posterior. Desagradará a todos los que la ciencia ficción no es una excusa para demostrar qué conseguimos en lo audiovisual, sino que el planteamiento de cuestiones últimas resulta crucial.

Y para terminar y en conclusión, no les dirá nada a los que, dentro de unos años, vuelvan la vista atrás y analicen, con ojo crítico, el film.