martes, 22 de julio de 2008

Dune, de Frank Herbert

Dune, edición española Bestseller, Debolsillo, Mondadori, Barcelona, 2007
Original publicado en 1965

Dune es uno de los grandes clásicos de la literatura de Ciencia Ficción. El libro ha generado una de las sagas más importantes de este género, primero de la mano de Frank Herbert y después de la de su hijo, Brian Herbert. Esta primera entrega de la fase ha sido llevado al cine por David Lynch en una película protagonizada por Max von Sydow y Sting, de calidad dudosa, que hoy se queda muy vieja.

La historia de Dune cuenta una historia mesiánica y de aventuras en una civilización humana que parece tener un origen terráqueo. Los humanos se organizan en un Imperio Galáctico, donde la fuerza de las grandes casas ducales compensa el poder del Emperador. En Dune se nos cuenta el enfrentamiento entre los Harkonen y los Atreides por el control de la melange, una especia que permite la seguridad de los viajes espaciales. En la lucha, la historia arranca con al llegada de los Atreides al planeta y cómo planean su extinción los Harkonen. En su afanes por dominar la especia, casi terminan con la casa Atreides y obligan a los pocos restos de ella, el heredero ducal y su madre, a vivir como fugitivos en Dune

En ese planeta desértico, el joven Paul Atreides, se convierte en el nuevo Mesías (Muad'Dib) del pueblo Fremen, que ha podido sobrevivir en el planeta gracias a una cultura donde el agua es el bien más preciado. En este mundo el mayor honor que puede hacer un hombre por otro es ofrecer su agua por él, es decir, llorar por su muerte. Cada gota de agua es un tesoro y en estas tribus el cuerpo pertenece al individuo, mientras que su agua es de su pueblo.

La novela fundamenta su éxito en varios elementos. Primero, su capacidad para generar un mundo distinto, donde todos los elementos encajan de forma coherente. No nos extraña leer cómo a los hombres, a su muerte, se les extrae el líquido o que todos vistan un "destiltraje", donde todo el agua perdida se recupera para ser absorbida de nuevo por el cuerpo. Entendemos la ignorancia mítica y religiosa de los Fremen, caballeros de los enormes y kilométricos gusanos, la única gran especie que sobrevive en el desértico planeta.

Segundo, el libro cuenta con una gran calidad literaria. Las descripciones nos hacen entender los elementos técnicos y culturales de este nuevo mundo y la narración es directa y sencilla. Además, en apoyo de este mundo creado de la novela, se insertan pequeñas narraciones sobre el nuevo mesías que nos hacen presentir qué será del joven Paul Atreides. Excepto en algunos momentos oníricos y místicos de los personajes, el libro resulta sencillo de leer.

Un tercer elemento que le da valor al libro es, por un lado, la profundidad de los planteamientos políticos, psicológicos y éticos de los personajes, y, por otro, las grandes conexiones con nuestra cultura. La historia de Paula Atreides recuerda a Jesús y, especialmente, a Mahoma (por el origen guerrero del mesías y la pronunciación de muchos de los nombres del libro). Las luchas entre las Casas y el Emperador recuerdan a las luchas en el Imperio Germánico, así como la lucha del pueblo Fremen tiene similitudes con la del Palestino.

Finalmente, otro de los puntales del libro son sus personajes, bien perfilados y humanos. Los Harkonen son tremendamentes crueles, pero en realidad tienen una mentalidad de hiena despiadada que llegamos a comprender. Los Atreides son nobles, pero el mismo Duque Leto Atreides (el padre del protagonista) duda de su capacidad para dominar el planeta y piensa cómo subyugar a sus enemigos. Paul se ve arrastrado en su misión mesiánica, pero se ve incapaz de frenar su yihad, casi sin libertad.

El libro no gustará a aquellos que gusten de historias sencillas, de lectura rápida. Para captar la historia es necesario aprenderse una lista de nombres de los personajes y tener paciencia para revisar en alguna ocasión lo leido. Gustará en cambio los que aprecien la buena literatura de ciencia ficción, aquella que plantea nuevos mundos con personajes que son como nosotros y que actuarían como nosotros.

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