viernes, 8 de agosto de 2008

Wall·e, de Pixar

Wall-e, dirigido por Andrew Stanton
Producido por Jim Morris y John Lasseter
Estados Unidos
2008

La ciencia ficción no es, necesariamente, para adultos. Las obras de este tipo destinadas para los niños no tiene por qué ser superficiales y no hay razón por la que deban traicionar la esencia del género
para adaptarse al público infantil. Se pueden hacer buena ciencia ficción a varios niveles: con una buena trama que hable el lenguaje genérico y elementos, gags y personajes que sean apreciados por los más jóvenes.

Los productores y escritores de las películas de animación de los últimos años son expertos en esta doble lectura de sus guiones. El modelo de este tipo de filmes es Shrek, que cuenta una desmitificación de todos los cuentos infantiles que los padres captan y, por otro lado, una historia de un ogro guarrete que hace las delicias de los niños.

Wall·e es una película recomendable para los aficionados de la ciencia ficción. Lo es, primero, por la calidad de la animación que ha conseguido Pixar. Las imágenes de los robots, naves y la Tierra futura son impecables, no sólo para ser una animación, sino que parecen reales. Los personajes, desde el punto de vista estético, resultan increíblemente perfilados.

Segundo, la historia de ciencia ficción es excelente. La película plantea no sólo la necesidad de un respeto del sistema ecológico de nuestro planeta -sin caer en extremismos-, sino que expone que la evolución humana no sólo depende de nuestro entorno, sino de nuestras decisiones como sociedad. Si el género humano se acostumbra a una vida cómoda, donde las mejoras tecnológicas suplan todo esfuerzo, las consecuencias acaban alienándolo. Los hombres corren el peligro de volverse inútiles, cerrados ante la realidad, dependientes como niños de corta edad.

Por otro lado, el público infantil apreciará las aventuras de Wall·e y su lucha por Eva, la robot de la que se enamora. El protagonista resulta entrañable, gracioso y es difícil que no producza simpatía. La película se entiende fácilmente y eso que todo el guión se podría resumir en tres páginas de diálogos.

Wall·e es una película recomendable, una auténtica cinta para todos los públicos. Sólo será despreciada por aquel que se deje llevar por los prejuicios ante la animación y aquel que odie, por principio, al género de ciencia ficción.

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